220,000 volts ignite Patraix - 220.000 voltios encienden Patraix
http://tinyurl.com/9wthb
http://www.terra.es/personal/kirke1/noti67/dcdm.htm
220.000 voltios encienden Patraix
Claudio Gómez-Perretta
Del Hospital Universitario La Fe
Miembro de la Asociación Europea de Bioelectromagnetismo
Me produce una gran preocupación ver literalmente saltar de gozo a nuestros políticos, como niños frente a la cabalgata de los reyes magos, ilusionados y embebidos en este desarrollismo actual. Y digo desarrollismo porque éste no viene acompañado del suficiente confort y seguridad para los ciudadanos.
Recientemente el grupo de Hardell en Suecia volvía a la carga asociando un considerable aumento de la incidencia de linfomas no Hodking, tipo T, con la exposición al campo electromagnético del móvil. Mientras y hace unos meses tuve que asistir a un juicio en Estella (Navarra) para peritar un caso de aumento de cánceres y enfermedades de origen endocrino en un edificio de esta ciudad. El “acusado”, un transformador eléctrico que daba pena-miedo verlo ocupar su reducido espacio en los adentros del inmueble. Naturalmente, nadie pudo pronunciarse con certeza sobre la posible relación causa/efecto, pero sí presumir con bastante firmeza de que el asunto era grave y encima evitable con buena voluntad. Voluntad que brilla por su total ausencia en las compañías del sector sin ningún plan conocido de reestructuración o saneamiento de las obsoletas y ubicuas infraestructuras. “Enrrocamiento” y perdón por eneologismo, de este sector industrial que no consiente en abrir el mínimo hilo posible de diálogo social, apoyados por una connivencia política desde mi punto de vista escandalosa y sin excepción relevante alguna.
Por esto me llama la atención el anuncio de Iberdrola hoy en las páginas de los periódicos locales tranquilizando a los vecinos de Patraix, pero de paso intranquilizando al resto al afirmar que la infraestructura que se instalará en aquel vecindario es común a otras de la ciudad; y asegurar lo que no se puede o debe como es la inocuidad de esta actividad industrial y más si hablamos de una línea, aunque soterrada de 220 Kv. Recordemos que el estudio Karolinska, que asociaba un incremento de leucemias mieloides en niños con los campos electromagnéticos se asociaron a estas líneas de voltaje a pesar de que cumplían con creces la normativa legal, normativa que no ha cambiado a pesar de aquel y otros estudios con incluso dos meta-análisis posteriores. El poder de la industria y sus tecnócratas es cuasi-infinito. Del total de la « International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection » (ICNIRP) solo dos miembros provienen del área de la biomedicina, el resto son físicos o ingenieros, expertos en otros campos pero no en el de la salud.
De todo esto no es de extrañar que la compañía eléctrica haya conseguido sus permisos correspondientes, cumplen con creces la ley de radioprotección pero solo si hablamos de una Ley obsoleta y que no garantiza la salud de las personas si atendemos a la bibliografía científica y no a los refritos interesados.
Solución, el completo aislamiento de los campos magnéticos y no solo del eléctrico como hasta ahora; existen materiales ferromagnéticos apropiados que lo garantizan aunque no entren en los cálculos económicos de la industria. Claro dirán aquellos, existen los CM del frigorífico, secapelos y la TV, aunque éste si me lo permiten es otro problema que interesa a aquellos fabricantes y a las reivindicaciones de sus consumidores; ahora estamos hablando de su línea de 220000 voltios, mis queridos amigos.
Informant: Avoiding Ridicule
http://www.terra.es/personal/kirke1/noti67/dcdm.htm
220.000 voltios encienden Patraix
Claudio Gómez-Perretta
Del Hospital Universitario La Fe
Miembro de la Asociación Europea de Bioelectromagnetismo
Me produce una gran preocupación ver literalmente saltar de gozo a nuestros políticos, como niños frente a la cabalgata de los reyes magos, ilusionados y embebidos en este desarrollismo actual. Y digo desarrollismo porque éste no viene acompañado del suficiente confort y seguridad para los ciudadanos.
Recientemente el grupo de Hardell en Suecia volvía a la carga asociando un considerable aumento de la incidencia de linfomas no Hodking, tipo T, con la exposición al campo electromagnético del móvil. Mientras y hace unos meses tuve que asistir a un juicio en Estella (Navarra) para peritar un caso de aumento de cánceres y enfermedades de origen endocrino en un edificio de esta ciudad. El “acusado”, un transformador eléctrico que daba pena-miedo verlo ocupar su reducido espacio en los adentros del inmueble. Naturalmente, nadie pudo pronunciarse con certeza sobre la posible relación causa/efecto, pero sí presumir con bastante firmeza de que el asunto era grave y encima evitable con buena voluntad. Voluntad que brilla por su total ausencia en las compañías del sector sin ningún plan conocido de reestructuración o saneamiento de las obsoletas y ubicuas infraestructuras. “Enrrocamiento” y perdón por eneologismo, de este sector industrial que no consiente en abrir el mínimo hilo posible de diálogo social, apoyados por una connivencia política desde mi punto de vista escandalosa y sin excepción relevante alguna.
Por esto me llama la atención el anuncio de Iberdrola hoy en las páginas de los periódicos locales tranquilizando a los vecinos de Patraix, pero de paso intranquilizando al resto al afirmar que la infraestructura que se instalará en aquel vecindario es común a otras de la ciudad; y asegurar lo que no se puede o debe como es la inocuidad de esta actividad industrial y más si hablamos de una línea, aunque soterrada de 220 Kv. Recordemos que el estudio Karolinska, que asociaba un incremento de leucemias mieloides en niños con los campos electromagnéticos se asociaron a estas líneas de voltaje a pesar de que cumplían con creces la normativa legal, normativa que no ha cambiado a pesar de aquel y otros estudios con incluso dos meta-análisis posteriores. El poder de la industria y sus tecnócratas es cuasi-infinito. Del total de la « International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection » (ICNIRP) solo dos miembros provienen del área de la biomedicina, el resto son físicos o ingenieros, expertos en otros campos pero no en el de la salud.
De todo esto no es de extrañar que la compañía eléctrica haya conseguido sus permisos correspondientes, cumplen con creces la ley de radioprotección pero solo si hablamos de una Ley obsoleta y que no garantiza la salud de las personas si atendemos a la bibliografía científica y no a los refritos interesados.
Solución, el completo aislamiento de los campos magnéticos y no solo del eléctrico como hasta ahora; existen materiales ferromagnéticos apropiados que lo garantizan aunque no entren en los cálculos económicos de la industria. Claro dirán aquellos, existen los CM del frigorífico, secapelos y la TV, aunque éste si me lo permiten es otro problema que interesa a aquellos fabricantes y a las reivindicaciones de sus consumidores; ahora estamos hablando de su línea de 220000 voltios, mis queridos amigos.
Informant: Avoiding Ridicule
Starmail - 28. Jul, 17:55
